jueves, 29 de marzo de 2012

Esa triste canción

Tengo que admitirlo, debe ser parte de una tendencia autodestructiva que siempre he sentido latir dentro de mí, pero no hay canción que me llegue tanto como una canción triste.

Me siento más identificado. Puede ser parte de una obsesión. Odio los finales felíces. En el cine, en un libro, en cualquier medio que me cuente una historia, si ésta acaba bien no me la creo, no me llega. Dejaré claro que no soy un ente depresivo en busca del suicidio. No es que no crea que alguien no puede ser feliz. Lo que me pasa es que si miro a mi alrededor no veo que la realidad vaya soltando azúcar por las esquinas.

Por eso adoro canciones como "She Talk To Angels" de The Black Crowes, desde el inicio con el arpegio de la guitarra acústica hasta el desgarro en la voz de Chris Robinson cuando canta:

"Oh yeah, there's a smile when the pain comes,
the pain gonna make everything alright"

"Oh sí, hay una sonsisa cuando el dolor llega,
el dolor lo hará todo mejor"

Es una canción preciosa que dentro de ese aura de tristeza me hace sonreir siempre que la escucho. 

Me encanta esa triste canción...


El mismo diablo de siempre

El mismo diablo de siempre es una canción.
El mismo diablo de siempre fue una historia de amor inconcluso.
El mismo diablo de siempre fue una punto de inflexión en mi vida, una parte mí terminó de morir y otra llegó a la vida.
El mismo diablo de siempre soy yo: Roberto Maroto, la voz y la guitarra de Almas Perdidas.
El mismo diablo de siempre es el título de este blog donde plasmaré opiniones y pensamientos. Principalemente sobre mi pasión, la música.
Espero tenerte a mi lado en el camino.