lunes, 13 de agosto de 2012

Las Lluvias de Castamere

Hace apróximadamente un año y medio que mi chica me regaló "Juego de Tronos" la primera novela de la saga "Canción de Hielo y Fuego" de George R. R. Martin. En apenas unos meses devoré los cuatro libros publicados en castellano y la traducción no oficial de "Danza de Dragones", quinta parte, que estoy releyendo de nuevo, ya en la versión editada por Gigamesh.

Según terminé de leer "Juego de Tronos" comencé a ver la excelente adaptación que HBO había producido para televisión. Quedé completamente alucinado por la fidelidad con la que se desarrollaba cada capítulo, con lo acertado del casting, el vestuario, la ambientación y por su puesto la música. Una banda sonora compuesta por el alemán Ramin Djawadi que acompaña cada escena consiguiendo que te sumerjas más aún en la propia historia.



Por su puesto, una vez que empiezas a ver reflejado en imagenes lo que antes sólo podías imaginar, es inevitable empezar a hacerte la pregunta de ¿y "esto" como lo harán? Como músico, siempre tendía a imaginar como sería aquella canción que cantaba un bardo u otro dependiendo del capítulo que estuviera leyendo, pero había una, que por la importancia que tiene en la trama, era de esperar que tuviera el mismo protagonismo en la serie de televisión

"Las Lluvias de Castamere" es una canción  que trata sobre la aplastante victoria de un joven Lord Tywin Lannister ante la rebelión de las casas Reyne y Tarbeck contra el señorío de su débil padre Lord Tytos Lannister. Durante el desarrollo de la trama argumental, se menciona en varias ocasiones y siempre con un significado especial, pero sobre todo se menciona en el que para mí es el evento más importante de la saga hasta el momento: La Boda Roja. Cualquiera que lo haya leído sabe de que estoy hablando, tampoco es cuestión de destriparle a nadie los libros.

Las primeras apariciones de la canción en la serie son en la melodía que va silbando Tyrion Lannister en los primeros capítulos de la segunda temporada, aunque no llegas a descubrir que se trata de "Las Lluvias de Castamere" hasta que en el capítulo "Aguas Negras" se ve a Bronn cantándola a coro antes de la batalla, más tarde utilizando su melodía principal como leitmotiv de las apariciones de Tywin Lannister, y por último, escuchándola en los créditos de cierre del mismo capítulo en la versión de The National. ¿Qué decir? Me parece que han conseguido transmitir con la música la sensación que te transmite su sola mención en los libros. Es triste, oscura, pesada. La grave y aspera voz de Matt Berninger en un principio a capella acentúa todos esos sentimientos mezclándose con el acompañamiento de cuerda que crea una tensión fúnebre en un prinicio e imperial según avanza hacía su final. Un himno de la casa Lannister.

Lo más gracioso del tema es que hasta se te pega el estribillo.


"And who are you, the proud lord said,
that I must bow so low?
Only a cat of a different coat,
that's all the truth I know.
In a coat of gold or a coat of red,
a lion still has claws,
And mine are long and sharp, my lord,
as long and sharp as yours.
And so he spoke, and so he spoke,
that lord of Castamere,
But now the rains weep o'er his hall,
with no one there to hear.
Yes now the rains weep o'er his hall,
and not a soul to hear"
 
"Y quién sois vos, preguntó el orgulloso señor,
para haceros tales reverencias?
Sólo soy un gato con diferente pelaje,
y en esencia éso es todo .
Con pelaje dorado o pelaje carmesí,
el león sigue teniendo garras,
y las mías son tan largas y afiladas, mi señor,
como las que vais exhibiendo.
De esa manera habló, eso fue lo que dijo
el señor de Castamere,
pero ahora las lluvias lloran en sus salones,
y nadie oírlas puede.
Sí, ahora las lluvias lloran en sus salones,
y ni un alma oírlas puede."







jueves, 28 de junio de 2012

En caída libre

Hay canciones que por una razones u otras tienes apegadas a un recuerdo en patricular. La primera vez que la escuché fue en una clase de Ética del instituto durante el visionado de la excelente película de Cameron Crowe "Jerry McGuire". El personaje de Tom Cruise iba viajando en su coche buscando como un loco una canción en la radio que pudiera cantar a voz en grito, que le permitiera liberar su tensión. Después de varios intentos el dial conseguía sintonizar un estribillo que decía:

"And I'm free, free fallin'
Yeah I'm free, free fallin"

"Estoy cayendo, en caída libre,
Sí, cayendo, en caída libre"

Puedo ver mentalmente a Tom Cruise golpeando el volante del coche cantando como un loco. Me encantó el tema, pero no sabía de quién era y en 1997 no tenía el acceso a internet que tenemos hoy. La película se acabó convirtiendo en uno de mis clásicos. Su banda sonora está repleta de canciones buenísimas (como todas las películas de Cameron Crowe, que de por sí se merece un post para él solo) y cada vez que la veía decía "joder quiero ese disco".

Con el tiempo acabé sabiendo que esa canción era de Tom Petty, un músico que en Estados Unidos es poco menos que un dios. Íntimo amigo del fallecido George Harrison, que llegó a formar una banda con el propio George, junto a Bod Dylan y Roy Orbison entre otros, The Traveling Wylburys y que aquí en España no es más que una rareza para entendidos. De verdad, no puedo entender que tengamos tan poca cultura musical.

Volviendo a la canción, está incluida en el álbum de 1989 "Full Moon Fever", y escrita por el propio Petty y Jeff Lyne. Está repleta de claras referencias a la ciudad de Los Ángeles. Fue compuesta y grabada en poco más de dos días. Con una estructura supersencilla, pero con arreglos muy precisos introduciendose poco a poco en la partitura que consiguen que ese par de acordes acabe sonando de una forma tan redonda.



Es una de las canciones más versionadas de Tom Petty siendo en España más conocida por la versión de John Mayer que por su grabación original.



También querría destacar la actuación junto a Axl Rose en la MTV Video Music Awards de 1989 junto a Axl Rose.




miércoles, 20 de junio de 2012

Y el punk llegó a mi vida (esos descubrimientos entre teloneros)

La suerte que tiene ser un aficionado de la música en directo es que a veces, mientras esperas ansioso el concierto del grupo que de verdad querías ver, descubres una banda que te puede llegar a gustar tanto como el cabeza de cartel.

Diez de septiembre de 2004. Para un fan de Guns N' Roses como yo que por edad no había tenido la suerte de vivirlos en directo, poder asistir a un concierto de Velvet Revolver con Slash, Duff McKagan y Matt Sorum, era poco menos que tocar el cielo con las manos.

Había comprado la entrada un par de meses antes en el ya extinto y mítico Madrid Rock (ahora creo que hay un Bershka, dónde va a parar). Por toda la tienda de discos había colgados carteles que anunciaban que el mismo día del concierto a las 17:00 estarían firmando CD's Slash, Duff y Matt. Finalmente Matt Sorum no acudió, supongo que por evitar eclipsar la imagen de Velvet Revolver con la presencia única de los tres ex-Guns N' Roses, y en su lugar se presentó Dave Kushner. Estábamos tan excitados porque Slash nos pudiera firmar un CD que mi colega Isaac y yo nos pusimos a hacer cola a las 14:00 con sólo unas diez por personas delante nuestra y un par de seguratas controlando la fila para evitar disturbios. Acabamos consiguiendo las firmas y nos fuimos directamente a La Riviera para disfrutar del concierto lo más cerca que pudiésemos.

Estoy convencido que para aquel concierto se vendieron más entradas del aforo legalmente permitido. Quedaba más de una hora para que empezara Velvet Revolver y literalmente no cabía un alfiler. Era imposible moverse, estábamos imbuidos dentro de una marea humana, y la palabra marea es muy explícita puesto que la sensación era la misma que cuando estás dentro del mar zarandeándote por oleadas que no puedes controlar. El calor era asfixiante. Faltaba el aire. Pero íbamos a ver a Slash, valía la pena.

De repente se apagaron las luces, y como si no estuvieramos a más de treinta grados de temperatura salieron al escenario cuatro tíos ataviados con abrigos hasta los pies y con una energía que puso a toda la sala a botar. Esos cuatro locos eran Nick Borg, Dregen, Johan Blomqvist y Peder Carlsson, los Backyard Babies.

Nunca antes había oído hablar de ellos, pero tenían un sonido bestial y sabían transmitirlo. No tardaron en quitarse los abrigos para dejar a la vista sus torsos y brazos repletos de tatuajes. Estaban presentando "Stockholm Syndrome" su disco más laureado hasta la fecha. Cumplieron con creces su papel y calentaron el ambiente hasta la salida de Velvet Revolver. Al día siguiente ya tenía "Stockholm Syndrome" en mis manos.



Ocho años después Backyard Babies es uno de mis grupos de referencia. Es rara la semana que no me ponga alguno de sus CD's. Puedo decir que he escuchado más su discografía que los dos únicos discos de Velvet Revolver. Volví a verlos en Joy Eslava en 2010, esta vez en primera fila, frente a Johan, el bajista, y volvieron a estar muchísmimo más que a la altura. Gracias a ellos el Punk llegó a mi vida.

martes, 19 de junio de 2012

Ese sonido tan personal

Supongo que a todos los amantes de la guitarra nos ha pasado lo mismo alguna vez. Empieza una canción que no habías escuchado antes y de repente, antes si quiera de empezar a cantar, escuchas las primeras notas de una guitarra que ya conoces y no necesitas más, vienen firmadas, sabes quién es el guitarrista que las está tocando. Creo que llegar a ese punto significa los máximo como guitarrista. Encontrar tu sonido, dejar tu esencia en la pulsación de una cuerda. Va mucho más allá de la técnica, de lo rápido que puedas tocar o la buena digitación que tengas.

Como guitarrista (en mi opinión nos pasa a todos cuando empezamos a tocar) al principio me veía seducido por virtuosos del estilo de Satriani, Vai o Malsteem. Era bestial escuchar a aquellas verdaderas máquinas capaces de ejecutar los dibujos más complicados de cualquier partitura. Pero con el tiempo, fue precisamente la falta de alma de su mecánica la que me hizo perder el interés por su música. Me llegaba más una sola nota mantenida durante segundo en Lucille (la vieja guitarra de B.B. King) que los dos millones de fusas y semifusas que cualquier virtuoso pudieses introducir en medio segundo.

Paso a paso fui descubriendo otra clase de guitarristas que imprimían más alma que técnica en su sonido, y es en ese momento en el que el músico funde su alma con su instrumento cuando nace el sonido. Por eso cuando escuchas tocar a Slash sabes que es él y no es otro; cuando notas la caricia de los dedos Mark Knopfler haciendo vibrar las cuerdas no te cabe la menor duda de quien es; cuando escuchas un riff de Angus Young o Keith Richards, un solo de Clapton, el wha wha de Hendrix... Hay tantos y tan buenos.

La música es otra lengua, otro idioma, y como tal no transmite mejor el que mejor habla, sino el que pone la pasión de su alma en su discurso.


miércoles, 6 de junio de 2012

20 años de "Keep The Faith"

El próximo 3 noviembre se cumple el vigésimo aniversario del disco que significó un punto de inflexión la carrera la banda de rock que más admiro: Bon Jovi.

Tras terminar la agotadora gira de promoción del anterior trabajo de la banda "New Jersey", en 1989, la tensión había hecho mella en el ámbito personal, obligando a sus miembros a tomarse un descanso que durante un tiempo y alimentado por los trabajos en solitario de Jon Bon Jovi y Richie Sambora ("Blaze Of Glory" y "Stranger In This Town" respectivamente) había avivado la especulación sobre la definitiva separación de Bon Jovi.

Finalmente y después de tres años de rumores Jon, Richie, David, Tico y Alec (los cinco miembros originales de la banda) volvían a reunirse para grabar el que a la postre se convertiría en uno de los álbumes clásicos de la banda de New Jersey: "Keep The Faith". Producido por Bob Rock, "Keep The Faith" es una explosión de rock al más puro estilo Bon Jovi. Hay quien criticó, y aún critica, un cambio de tendencia de la banda que en realidad no fue tan drástico en lo músical como en lo estético, y que sin embargo se concretó como el cambio que permitió que, a diferencia de otros grupos de éxito en los 80, Bon Jovi pueda continuar hoy, con más de cuarto de siglo de carrera, reventando estadios en cada una de sus giras.

El disco abre con toda una declaración de intenciones como "I Believe". La canción, el quinto single del álbum, habla de hacer lo que sea necesario creyendo en lo que se hace, y tal vez es precisamente lo que hizo Bon Jovi con las canciones que integran el resto del disco.


A "I Believe" le sigue la canción que da título al CD "Keep The Faith" que, aunque en un primer momento recibió críticas durísimas por el cambio de estilo (sigo achacándolo más al cambio de imagen, sobretodo de Jon que al estilo en sí de la canción) se ha acabado convirtiéndo en imprescindible en directo. Es una canción que habla de la redención, en la que se admiten los errores cometidos y se pide otra oportunidad manteniendo la fé. La primera vez que les ví en directo con a penas 13 años en el Vicente Calderón fue la canción que más me llenó la atención. Tiene una fuerza y un ritmo que te trasmite desde el inconfundible dibujo del bajo hasta la increible actuación vocal de Jon.


El disco continúa con otros cinco temas que también acabaron saltando a las listas de éxitos como sencillos de la banda: "I'll Sleep When I'm Dead" con un video divertidísimo que basa muchas de sus escenas en el la película "Hard Day's Night" de The Beatles, y que en directo utilizan para enlazar con una versión diferente en cada concierto.



"In This Arms", una increíble declaración de amor que tampoco se pierde un directo y la mítica balada "Bed Of Roses". Ambas canciones con una fuerte presencia de piano, que es el aspecto musical dónde se puede observar un mayor cambio respecto al sonido más sintetizado de los teclados de la banda durante la decada de los 80. El videoclip de "Bed Of Roses" tiene una anécdota digna de mencionar: para las escenas de los solos de guitarra subieron a Richie Sambora a la cima de una montaña a la que sólo podían acceder en helicóptero, para cuando llegó el momento de recogerlo las rachas de viento eran tan fuertes que el helicóptero no podía aterrizar, y la previsión meteorológica preveía temperaturas muy por debajo de cero para la noche, finalmente tuvieron que ingeniárselas para recoger a Richie en pleno vuelo.


"If I Was Your Mother" es la canción de corte más duro de todo el disco y una de mis preferidas por el bestial sonido del riff, y por último en esta primera parte de singles, cabe destacar "Dry County" una canción de casi 7 minutos de duración, que habla del extenuante camino con el que se encuentran los emigrantes al entrar en Estados Unidos desde México, la falta de trabajo, de ayuda... Tiene un increíble solo de Richie en una de sus grabaciones más interesantes. Hay versiones en directo que llegan a extenderse hasta los 11 y 12 minutos.


En la versión standard del CD aparecen otras seis canciones que no llegaron a publicarse como sencillos "Woman I Love", "Fear", "I Want You", "Blame In On The Love Of Rock & Roll", "Little Bit Of Soul" y "Save A Prayer", pero que completan el álbum como uno de los más completos de la banda.

Por muchas crícticas que pudiera y pueda seguir teniendo, lo que es un hecho es que "Keep The Faith" consiguió que Bon Jovi renaciera con más fuerza, y si es cierto que nunca han vuelto a disfrutar del éxito comercial de "Slyppery When Wet" y "New Jersey", "Keep The Faith" ha vendido la friolera de más de 10 millones de copias a día de hoy, consiguió nuevos adeptos para la causa y significó una evolución que de no haber existido habría acabado con ellos.

martes, 22 de mayo de 2012

El caso de la rubia platino

Según mi forma de entender la música cada canción debería contar una historia. De hecho si no me cuenta nada, esa canción no me gusta. Por supuesto, la música que acompaña a esa letra debe ser una ambientación precisa de la historia que se quiere transmitir, la banda sonora del guión que sería la letra.

A veces, me gusta cerrar los ojos mientras escucho ese tipo de canción y me imagino a sus personajes igual que lo haría en un libro. Para el autor es una labor dificil, hay que tener en cuenta que en una canción comercial de entre tres y cinco minutos con sus partes instrumentales y sus estribillos es sumamente laborioso introducir una historia con personajes, introducción, nudo y desenlace, y que además funcione. Sin embargo, creo que en España tenemos al genio universal capaz de incluir en sus canciones verdaderas y míticas tramas como, en mi opinión, nadie más ha conseguido hacerlo. Me refiero a Joaquín Sabina.

Podría exponer una gran cantidad de ejemplos de cualquiera de sus discos: "Pacto de caballeros", "Peor para el sol", "Y nos dieron las diez", "Y si amanece por fin"... Pero me voy a quedar con "El caso de la rubia platino" de su disco "19 días y 500 noches" (tema que también valdría como ejemplo).

"Me adelantó un talón de setecientas,
más gastos, sin contar otras quinientas
en fichas del casino,
mi último tren llegaba con retraso,
así que decidí aceptar el caso
de la rubia platino.

Yo era un huele-braguetas sin licencia,
quemado en la secreta por tenencia,
extorsión y líos de faldas,
estaba, como buen ex-policía,
a sueldo de un pez gordo, que sabia
cubrirse las espaldas.

Ninguna zorra vale ese dinero,
pensé, mientras dejaba mi sombrero
nuevo en el guardarropa,
cantaba regular, pero movía
el culo, con un swing, que derretía
el hielo de las copas.

Cuando salió, por fin, del reservado,
sentí que las campanas del pasado
repicaban a duelo,
la última vez que oí esa melodía
me recetaron tres años y un día,
más IVA, en la Modelo.

Para jugar al Black Jack y ser un duro,
andar escaso de efectivo
es igual que pretender envidar,
con un farol, al futuro,
no por casualidad
me temen en los casinos,
me daban diez de los grandes por el caso
de la rubia platino.

Los besos que te dan las chicas malas
salen más caros cuando los regalan
y huelen a fracaso,
pero el croupier me echaba cartas buenas
y la rubia platino era morena
y el caso era un gran caso.

En un bistró, del puerto de Marsella
nos fuimos demorando, entre botella
y botella de Oporto:
-”Los que pusieron precio a tu cabeza-
le dije exagerando su belleza,
- se habían quedado cortos”-

Puede que me estuviera enamorando,
porque, antes del café, cambié de bando,
de hotel y de sombrero.
Mi viejo puso un cuarto, con dos camas,
fingiendo que la dama era una dama
y su hijo un caballero.

Ni siquiera, señores del jurado,
padezco, como alega mi abogado,
locura transitoria.
Disparé al corazón que yo quería,
con premeditación, alevosía
y más pena que gloria.

Para jugar al Black Jack y ser un duro,
andar escaso de efectivo
es igual que pretender envidar,
con un farol, al futuro,
no por casualidad
me temen en los casinos,
diez de los grandes por seguirle, los pasos,
a la rubia platino.

Para volver a ser alguien, en el ambiente,
necesitaba un par de buenos clientes,
algo para mis vicios y un despacho decente,
no dan para comer las putas del barrio chino,
todos los lunes no me encargan el caso
de la rubia platino.

Para no ser un cadáver, en el tranvía,
aparte de tener gramática parda
hay que saber, que las faldas, son una lotería;
con luz de gas brilló mi lámpara de Aladino…
me daban diez de los grandes
por el caso de la rubia platino."

La letra es íntegra de Joaquín y la música es de Alejo Stivel, Berro y el propio Joaquín Sabina. Esta vez he puesto la letra entera porque me parece perfecta en su totalidad. Puedes imaginar al típico detective privado de película de cine negro embelesado por la mujer fatal que le acaba volviéndo contra el mafioso para el que trabaja. Es increíble. Y todo en menos de cinco minutos de canción. Lo mejor es que si lo piensas, se podría hacer una película de más de dos horas con el argumento de la canción. Un puto genio.



jueves, 17 de mayo de 2012

Working Class Hero

Sólo hay que mirar a nuestro alrededor un ligero instante para ver hasta que punto nos hemos adentrado en el remolino del inhodoro que nos rodea. Echándo un ojo a los periódicos, a los noticiarios, a nuestras familias o incluso a nosotros mismos podemos comprobar cómo la mierda nos arremete en espiral y hemos llegado a un punto de no retorno en el que la marea de este water que es nuestro actual y vigente sistema sociopolítico nos arrastra sin remordimientos hacia el sumidero. Es un momento en el que no puedo dejar de pensar que tal vez Nietzsche tenía razón cuando decía aquello de "Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti."

Hemos llegado a nuestra actual situación por puta codicia. Queríamos el pack completo, siempre estar más arriba, y de tanto subir nos hemos acabado cayendo, y no hemos terminado. Hace más de 300 años, primero con los gremios y más tarde con los sindicatos, que se empezo a luchar por derechos que aquí en nuestro país nos arrebatan cada viernes por decreto. Pero lo peor es que nos lo merecemos, porque lo que se tardó en conseguir en cientos de años, en apenas los últimos quince años lo hemos tirado por la borda por querer convertirnos en aquello contra lo que deberíamos haber luchado y tantos otros antes que nosotros lo hicieron. Hemos querido transformanos en algo que no eramos, nos hemos endeudado hasta el cuello para hacerlo -ellos no lo necesitaban- y cuando se ha acabado la cuerda, nos hemos dado cuenta que la teníamos atada al cuello. Divertido ¿no? Si miras hacia abajo los pies que cuelgan son los tuyos, capullo. Mira tu nómina, ¿eres tú el que paga o el que cobra? Le has dado tu voto a quien defiende al que te paga. ¿De verdad creías que te iba a solucionar la vida? ¿Qué te la iba a facilitar?

Y mientras pensaba en todo esto una estrofa me venía a la cabeza.

"There's room at the top they're telling you still
but first you must learn how to smile as you kill,
if you want to be like the folks on the hill.
A working class hero is something to be.
If you want to be a hero well just follow me."

"Hay una despacho en la cima donde te dicen que puedes estar,
pero primero debes aprender a sonreir de la misma forma que a matar
si quiere ser como los de ahí arriba.
Un héroe de clase obrera es algo que admirar.
Si quiere ser un héroe, bien, sigueme."

Es la última estrofa de la canción "Working Class Hero" de John Lennon, no llega a cuatro minutos, una voz llena de rabia acompañada por una guitarra acústica, toda ella claramente influida por Bob Dylan; dejándo constancia de los problemas sociales que vivió desde su más tierna infancia en Liverpool, y dando una única solución: la lucha, el inconformismo.

Supongo en que todavía no he perdido la fe en que en algún momento estemos dispuestos a levantarnos e intentar cambiar todo lo malo que nos rodea. Si ese día nos llega, tal vez, y sólo tal vez seamos dignos de admiración.





jueves, 26 de abril de 2012

Fuera de onda

Me estoy haciendo viejo, lo noto desde hace tiempo, mis gustos músicales "ya no están en la onda", aunque creo que decir eso es algo bastante bueno viendo el panorama musical actual. Es raro que me llame la antención algún grupo con una carrera inferior a una década, a veces me dejo engañar con algún single para acabar decepcionado con el resto de su trabajo. No aguanto la radio comercial, no aguanto la mierda que echan en MTV -mis dos únicos canales de televisión de música son los dos que sintonizo en abierto-, y de vez en cuando me llama la atención alguna canción Kiss TV, que por suerte nada tiene que ver en su programación con Kiss FM.

A veces siento que musicalmente me he quedado obsoleto, aunque más bien diría que es la industria musical quien no deja de deteriorarse y me rechaza. La música a la que me aficioné cuando era un niño, a la que me aficionaron mis padres, aquella por la que acabé enamorado de la guitarra y por la que tuve el sueño de dedicarme a ella, esa música, tenía un mensaje, tenía un sentido, era cultura; y esa música era la que triunfaba y se radiaba. Sin embargo, en la actualidad esos artistas no tienen un equivalente. Sé de sobra que en todas las épocas ha habido también "música de moda", grupos que pertenecían a cierto movimiento músical, que por norma general acabamos vínculando a una década de la segunda mitad del siglo XX y que aunque podían tener un éxito en mayor o menor medida, de una forma esporádica, no llegaba a quedar impregnado en la memoria de la sociedad mucho más allá de lo que nuestros amigos anglosajones llaman One Hit Wonder -Fenómeno de un sólo éxito-. Esos grupos que llenaban aquellos recopilatorios de refritos que antes vendían en teletienda a las tres de la madrugada y en los que aunque todas las canciones podían sonarte te costaba encontrar una banda que de verdad hubiera pasado a la historia. Sin embargo, junto a esa gran cantidad de bandas podía destacar, sólo entre la década de los 50 y 60 gente como Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Little Richard, Elvis Presley, B.B. King, Aretha Franklin, Ray Charles, The Beatles, Cream, The Rolling Stones, Bob Dylan, The Beach Boys, Otis Redding, James Brown, Janis Joplin o Jimmy Hendrix; evidentemente me estoy dejándo muchos en el tintero, pero claramente son artistas a los que el paso del tiempo ha acabado dignificando, dejándolos en el recuerdo, en la cultura popular. En esta lista, en la que insisto que seguro me dejo alguien fuera, hay artistas que personalmente me pueden gustar más o menos, pero fuera de mi propia opinión el tiempo ha ido poniéndolos en su lugar y todos tienen un lugar reservado en la historia de la música. La pregunta que me planteo es la siguiente: ¿Dentro de cincuenta o sesenta años qué artistas representarán la cultura musical de la década del 2000 ó 2010? ¿Pitbull? ¿David Guetta? ¡Vamos no me jodas!

Estamos viviendo una época de crisis en las que las injusticias sociales se manifiestan día sí día también. Antes la música servía para revelarse, era denuncia, protesta. Ahora no, y en mi opinión conspiranóica, además premeditadamente. ¿Por qué no escuchamos a un Dylan o un Lennon actual en la radio? ¿Porque no lo hay? No. Es imposible. Salvando las distancias, aunque sólo fuera por pura estadística. La respuesta es porque no interesa, porque prefieren que la gente esté atontada con gilipolleces del tipo LMFAO a que escuchen letras que les hagan pensar. ¿Qué grupo con un verdadero éxito internacional cómo en su día lo tenían The Beatles o Bod Dylan y que tenga menos de 10 años de carrera tiene un buen repertorio de canciones y letras que te hagan pensar en algo más que dar saltos como un mono o arrimar la cebolleta? Lo más triste es que con el modelo de negocio actual de las discográficas tampoco lo vamos a ver.

Nos tienen bien cogidos por los huevos, la industria es negocio y se carga la cultura.

martes, 24 de abril de 2012

Canciones para un funeral

Me considero adicto a las canciones que tienen la muerte como trasfondo en sus letras, esos mensajes de busqueda de redención, de arrepentimiento, de despedida, incluso de cierto sarcásmo. Suelen tener una ambientación muy épica en su instrumentación, el cantante suele poner toda su energía en la interpretación y el resultado final hace que me ponga los pelos de punta.

A lo largo de la historia de la música hay una cantidad ingente de ejemplos, ¿quién no conoce algún Réquiem o alguna marcha fúnebre? Pero de lo que yo estoy hablando es de la visión de la música rock sobre este tipo de canción.

Uno de los primeros ejemplos que me viene a la cabeza es "A Day In The Life" de The Beatles. Escuchar a John Lennon cantando la primera estrofa casi me hace llorar.

"I read the news today oh, boy
About a lucky man who made the grade
And though the news was rather sad
Well, I just had to laugh,
I saw the photograph"

"Leí las noticias hoy oh, tío,
sobre un hombre afortunado que alcanzó su meta.
Y aunque la noticia era bastante triste,
bueno, me tuve que reir,
ví la fotografía"

La canción en sí es una pasada, en mi opinión, lo mejor que nunca hicieron The Beatles. Con el interludio de McCartney, los crecendos de la orquesta, increible, triste y alegre, como la propia vida.


Otro ejemplo, aunque estrictamente no se tiene porque entender como que habla de la muerte es "Free Bird" de Lynyrd Skynyrd. En realidad se dice que la letra de la canción nació de una pregunta que se hizo Allen Collins, guitarrista de la banda, estando con su novia y dándose cuenta de que la música era lo primero en su vida, muy por encima de su pareja. Sin embargo, después de ver el final de la banda y escuchar detenidamente la letra, no puedo dejar de imaginarla como un interrogante sobre su legado artísico: 

"If I leave here tomorrow 
Would you still remember me?" 

"Si me fuera de aquí mañana,
¿me seguirías recordando?"

Al igual que "A Day In The Life", "Free Bird" empieza también con un par de giros de piano, aunque en su caso pronto le acompaña una introducción de guitarra con una delicada melodía de slide, y ambas van evolucionando hacia una explosión final. The Beatles con el crecendo de la orquesta y Lynyrd Skynyrd con un aumento del rítmo de la canción y uno de los mejores solos de guitarra de toda la historia del rock. 


Como decía, hay una muchísimos ejemplos, pero me gustaría resaltar el protagonismo de Mark Tremonti en esta temática en dos canciones distintas, de dos álbumes distintos y con más inri aún en dos bandas distintas: Creed y Alter Bridge.

La primera de ellas sería "One Last Breath" del CD de Creed "My Sacrifice", el arpegio de guitarra de Mark se introduce con suavidad dentro de tu cabeza para no abandonarla nunca, mientras casi como un susurro la voz de Scott Stapp te narra la historia de alguien que ve como poco a poco abandona su cuerpo y nadie es capaz de reternerlo en él. Tanto el estribillo como el puente final son una barbaridad:

"Hold me now, I'm six feet from the edge 
and I'm thinking that maybe six feet ain't so far down

Sad eyes follow me,
but I still believe that there's something left for me.
So please, come stay with me,
'cause I still believe there's something left for you and me,
for you and me"

"Agarrame ahora, estoy a seis pies del borde
y estoy pensando que tal vez seis pies no sean tantos.

Ojos tristes sígueme,
pero sigo creyendo que algo se quedó allí para mí,
por favor, quedate a mi lado,
porque sigo creyendo que algo se quedó allí para tí y para mí,
para tí y para mí"

La fortuna que tuvo Creed, es que gracias a su éxito pudo promocionar este tipo de canciones con videoclips muy potentes.

 
La otra canción de la que hablaba es "In Loving Memory" del álbum de debut de Alter Brigde "One Day Remains", la canción está compuesta por Tremonti a modo de despedida de su recientemente fallecida madre. Si has visto a un ser querido marchitarse en el hospital, o si simplemente le echas de menos es imposible que no se te empañen los ojos escuchándola, la voz de Myles Kennedy, repito como en el anterior post, uno de mis cantantes favoritos, es simplemente perfecta. Para ejemplo, otra vez el puente y el estribillo:


"I've never knew what it was to be alone, no
Cause you were always there for me
You were always there waiting
But now I come home and it's not the same, no
It feels empty and alone
I can't believe you're gone

And I know, you're a part of me
And it's your song that sets me free
I sing it while I feel I can't hold on
I sing tonight cause it comforts me
"

"Nunca supe lo que eera estar solo, no,
porque siempre estabas allí para mí,
porque siempre estabas allí esperando.
Pero ahora vuelvo a casa y no es lo mismo, no,
todo está vacío y solo.
No puedo creer que te hayas ido.

Y sé, que eres part de mí,
y esta es tu canción que me libera.
La canto mientras siento que no puedo abrazarte,
la canto esta noche porque me reconforta".


Espero que quede mucho, nunca se sabe, pero cualquiera de estas me encantaría en mi funeral.
    

miércoles, 18 de abril de 2012

Lose your illusion, no va a pasar

Esta semana pasada, entre otros, ingresaba en The Rock And Roll Hall Of Fame una de mis bandas preferidas: Guns N' Roses. Durante meses se especuló sobre una posible reunión para esta cita de la formación original, reunión que no se pudo dar definitivamente ante la ausencia a la gala de Axl Rose e Izzy Stradlin.

Creo que cómo es lógico, a todos los seguidores de Guns N' Roses les habría emocionado volver a ver juntos sobre el escenario a Axl, Slash, Duff, Izzy y Steven, a mí el primero, pero si somos realistas, su tiempo como banda ya ha pasado y segundas partes nunca fueron buenas. Sí, alucinaría como el que más volviéndo a verlos, teniendo noticias de una nueva inmersión en el estudio, pero creo que tengo tan asumido que eso no va a pasar que llego a un punto en el que casi prefiero que las cosas se queden como están.

Por edad, no llegué a ver a la formación original en directo, ni siquiera con Matt Sorum, a quien prefiero muy por encima de Steven Adler. En 2004 pude vivir el concierto de Velvet Revolver en Madrid en La Riviera, seis años después tuve el gusto de asistir al conciertazo que dio Axl con sus nuevos Guns N' Roses en el Palacio de Vistalegre, y este pasado verano volví a ver a Slash con Myles Kennedy -uno de mis cantantes favoritos- en Sonisphere. Sé que resultaré profano para los fans más puristas, pero el concierto que más disfruté fue el de Guns N' Roses aunque el único miembro de los que grabaron "Appetite For Destruction" fuera Axl Rose. ¿Por qué? Supongo que por las canciones, al fin y al cabo, me he criado con ellas, y hay que admitir que es una de las bandas con un mayor catálogo de éxitos, y aunque se le pueda criticar sus maneras de diva, Axl Rose sigue siendo uno de los mejores frontman sobre un escenario. Todavía se me pone la carne de gallina cuando le veo salir al escenario en "Chinesse Democracy". Además, le ha costado, pero ha conseguido reunir una banda más o menos estable que está a la altura de los antiguos Guns N' Roses.

Esto no quiere decir que no hubiese preferido verle con la formación del "Appetite" o en la gira de "Use Your Illusion", por su puesto, pero prefiero lo actual que es real, a una idea que en las actuales circunstancias no puede cumplirse.




martes, 10 de abril de 2012

Aterrizaje final

Después de más de una década en la carretera, el pasado 26 de marzo a través de un escueto comunicado en su página web, JET anunciaban su disolución.

After many successful years of writing, recording and touring we wish to announce our discontinuation as a group. From the many pubs, theatres, stadiums and festivals all across the world it was the fans that made our amazing story possible and we wish to thank them all. Thank you, and goodnight.

Después de muchos años de exito de componer, grabar y viajar queremos anunciar nuestra disolución como grupo. Desde los numerosos pubs, teatros, estadios y festivales alrededor de todo el mundo fueron los fans quiene hicieron posible nuestra aluciante historia y nos gustaría agradecerselo a todos. Gracias, y buenas noches.

La banda formada en 2001 por los hermanos Nic y Chris Cester, junto a Cameron Muncy y Mark Wilson, explotó en 2003 con el single "Are You Gonna Be My Girl?", personalmente me llegó a través de un anuncio de una compañía telefónica. El sonido era brutal, rock 'n' roll puro, dos guitarras, un bajo, una batería y la desgarrada voz de Nic Cester que me hacía recordar algunas de las mejores voces del rock clásico de finales de los 60 y la década de los 70. No podían negar sus influencias, para mí era puro rock, sin etiquetas, sonaba exactamente a lo que pretendía.


Fue mi chica quien se compró su primer disco "Get Born", desde el primer día se lo secuestré. Era increible, tenía un sonido tan clásico que parecía mentira que estuviese grabado en un momento en el que los discos eran (y son) sobreproducidos. A parte "Are You Gonna Be My Girl?", su primer álbum incluía los singles "Cold Hard Bitch", "Roll Over DJ" y "Look What You've Done", y la excelente colaboración de Billy Preston, sí, el único músico acreditado junto The Beatles en toda su discografía, un privilegio que ni siquiera Eric Clapton llegó a tener.

Mi tema favorito era la balada "Move On" con esa guitarra acústica, el slide y ese ambiente tan nostálgico.



"Get Born" llegó a vender más de 4 millones de copias en todo el mundo y su carrera despegó como el propio nombre de la banda indica. Después llegaron "Shine On" en 2006 y "Shaka Rock" en 2009. No llegaron a tener el éxito comercial de su predecesor, tal vez porque ninguno de los dos incluía ningun tema a la altura de "Are You Gonna Be My Girl?", en cualquier caso eran dos discos de puro rock sincero. Para el recuerdo el single de presentación de "Shaka Rock" "She's A Geneius" con ese videoclip homenaje a Cheewaka.


No tuve la fortuna de poder verlos en directo. Me quedo con ese mal sabor de boca.

Los echaré de menos.

lunes, 9 de abril de 2012

Una buena compañía de vuelta a la realidad

Es Lunes, sí, llevaba 9 días de vacaciones cuando el despertador, con una bofetada de realidad, me devolvía al día a día. A las 7:27 para ser más exactos. Por suerte en el reproductor de CD del coche me estaba esperando una grata compañía de camino al curro: "Wasting Light" de Foo Fighters.



Nunca fui fan de Nirvana. Me parece un grupo sobrevalorado con dos buenos discos y punto, ensalzado a la cumbre del mito por la prematura muerte de Kurt Cobain. Eso sí, les reconozco tanto que "Smells Like Teen Spirit" es el tema sin discusión de principios de los 90, como el cambio de tendencia que consiguieron con "Nevermind". De ahí que no pueda decir que empecé a seguir a la formación de Dave Grohl desde su primer disco.

Por supuesto que habían llegado a mis oídos temas como "Everlong", "Learn to fly" o "All my life", más a través de sus siempre originales videoclips que de otra cosa, sin embargo nunca me había adentrado en su trabajo.



Soy de esa rara gente que sigue comprando música original, y a veces, cuando el cuerpo me pide un sonido al que no haya acostumbrado con anterioridad a mis oídos, me da por buscar entre las estanterías de la FNAC para comprobar si algún CD me inspira confianza. Así fue como llegó a mis manos "In Your Honor". ¿Por qué? Porque era un doble CD y pensaba, inculto de mí, que podría ser un recopilatorio. Pues no lo era, sin embargo era el increible quinto trabajo de Foo Fighters que incluía un primer CD en eléctrico y un segundo en acústico que variaba desde el enérgico rock de "No Way Back" hasta el country más melódico de la colaboración con mi admirada Norah Jones de "Virginia Moon".

"In Your Honor" me encantó, me enamoré de "Best Of You", después "Echoes, Silencia, Patience & Grace", "Skin And Bones", el "Greatest Hits" para acabar poco a poco con toda su discografía en mi poder. Ahora son uno de mis grupos de referencia, hasta tal punto de haber realizado un concierto tributo en acústico acompañado de algunos de los miembros de mi banda, Almas Perdidas.



El año pasado editaron el que en mi opinión es el mejor álbum hasta la fecha de Foo Fighters: "Wasting Light". Lo grabaron en analógico en el garaje de Dave (ya querría yo esa cochera para mí). Tuve la suerte de acudir al Palacio de los Deportes de Madrid para ver su única y memorable noche en nuestro territorio. Me quedé afónico con "White Limo", vibré con "My Hero, cante a voz en grito junto al resto del público los "Oh, oh, oh" de "Best Of You" una vez terminada la canción consiguiendo que volvieran a interpretar el último estribillo, y sentí como se me erizó la piel mientras que Dave cantaba "Wheels" con la única compañía de su guitarra. Una noche épica.

Hoy me toca dar las gracias a Foo Fighters por haberme hecho más fácil el camino de vuelta al trabajo. Gracias.


jueves, 29 de marzo de 2012

Esa triste canción

Tengo que admitirlo, debe ser parte de una tendencia autodestructiva que siempre he sentido latir dentro de mí, pero no hay canción que me llegue tanto como una canción triste.

Me siento más identificado. Puede ser parte de una obsesión. Odio los finales felíces. En el cine, en un libro, en cualquier medio que me cuente una historia, si ésta acaba bien no me la creo, no me llega. Dejaré claro que no soy un ente depresivo en busca del suicidio. No es que no crea que alguien no puede ser feliz. Lo que me pasa es que si miro a mi alrededor no veo que la realidad vaya soltando azúcar por las esquinas.

Por eso adoro canciones como "She Talk To Angels" de The Black Crowes, desde el inicio con el arpegio de la guitarra acústica hasta el desgarro en la voz de Chris Robinson cuando canta:

"Oh yeah, there's a smile when the pain comes,
the pain gonna make everything alright"

"Oh sí, hay una sonsisa cuando el dolor llega,
el dolor lo hará todo mejor"

Es una canción preciosa que dentro de ese aura de tristeza me hace sonreir siempre que la escucho. 

Me encanta esa triste canción...


El mismo diablo de siempre

El mismo diablo de siempre es una canción.
El mismo diablo de siempre fue una historia de amor inconcluso.
El mismo diablo de siempre fue una punto de inflexión en mi vida, una parte mí terminó de morir y otra llegó a la vida.
El mismo diablo de siempre soy yo: Roberto Maroto, la voz y la guitarra de Almas Perdidas.
El mismo diablo de siempre es el título de este blog donde plasmaré opiniones y pensamientos. Principalemente sobre mi pasión, la música.
Espero tenerte a mi lado en el camino.