lunes, 9 de abril de 2012

Una buena compañía de vuelta a la realidad

Es Lunes, sí, llevaba 9 días de vacaciones cuando el despertador, con una bofetada de realidad, me devolvía al día a día. A las 7:27 para ser más exactos. Por suerte en el reproductor de CD del coche me estaba esperando una grata compañía de camino al curro: "Wasting Light" de Foo Fighters.



Nunca fui fan de Nirvana. Me parece un grupo sobrevalorado con dos buenos discos y punto, ensalzado a la cumbre del mito por la prematura muerte de Kurt Cobain. Eso sí, les reconozco tanto que "Smells Like Teen Spirit" es el tema sin discusión de principios de los 90, como el cambio de tendencia que consiguieron con "Nevermind". De ahí que no pueda decir que empecé a seguir a la formación de Dave Grohl desde su primer disco.

Por supuesto que habían llegado a mis oídos temas como "Everlong", "Learn to fly" o "All my life", más a través de sus siempre originales videoclips que de otra cosa, sin embargo nunca me había adentrado en su trabajo.



Soy de esa rara gente que sigue comprando música original, y a veces, cuando el cuerpo me pide un sonido al que no haya acostumbrado con anterioridad a mis oídos, me da por buscar entre las estanterías de la FNAC para comprobar si algún CD me inspira confianza. Así fue como llegó a mis manos "In Your Honor". ¿Por qué? Porque era un doble CD y pensaba, inculto de mí, que podría ser un recopilatorio. Pues no lo era, sin embargo era el increible quinto trabajo de Foo Fighters que incluía un primer CD en eléctrico y un segundo en acústico que variaba desde el enérgico rock de "No Way Back" hasta el country más melódico de la colaboración con mi admirada Norah Jones de "Virginia Moon".

"In Your Honor" me encantó, me enamoré de "Best Of You", después "Echoes, Silencia, Patience & Grace", "Skin And Bones", el "Greatest Hits" para acabar poco a poco con toda su discografía en mi poder. Ahora son uno de mis grupos de referencia, hasta tal punto de haber realizado un concierto tributo en acústico acompañado de algunos de los miembros de mi banda, Almas Perdidas.



El año pasado editaron el que en mi opinión es el mejor álbum hasta la fecha de Foo Fighters: "Wasting Light". Lo grabaron en analógico en el garaje de Dave (ya querría yo esa cochera para mí). Tuve la suerte de acudir al Palacio de los Deportes de Madrid para ver su única y memorable noche en nuestro territorio. Me quedé afónico con "White Limo", vibré con "My Hero, cante a voz en grito junto al resto del público los "Oh, oh, oh" de "Best Of You" una vez terminada la canción consiguiendo que volvieran a interpretar el último estribillo, y sentí como se me erizó la piel mientras que Dave cantaba "Wheels" con la única compañía de su guitarra. Una noche épica.

Hoy me toca dar las gracias a Foo Fighters por haberme hecho más fácil el camino de vuelta al trabajo. Gracias.


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